MOMENTOS DE SILENCIO
- Alejandro Burrone
- 14 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago
MOMENTOS DE SILENCIO
Bienvenidos al Devocional Despertando Con Dios del 14 de Agosto.
Tema: ORACIÓN. Clave: RECOGER.
Mensaje del día: Los momentos de recogimiento ofrecen espacio para escuchar a Dios y rejuvenecer el espíritu.
Basado en el versículo bíblico de SALMO 46:10 que dice: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
Enseñanza: Encontrar silencio en un mundo ruidoso invita a una conexión más profunda con nuestro Creador.
Experiencia Bíblica: Elías encontró a Dios no en el viento fuerte ni en el terremoto, sino en un susurro suave, enseñándonos el poder del silencio para la revelación divina.
Vivencia reciente: Una madre toma tiempo temprano en la mañana para leer la Biblia y rezar, encontrando paz y guía para enfrentar el día con serenidad y fuerza.
Oración: Dios, despiértame al poder del silencio contigo, permitiendo que tu voz y guía muevan mi corazón y alma cada día.
Acción: Busca el silencio a diario como instrumento espiritual, dejando espacio para que la voz de Dios llene tus pensamientos y guíe tus pasos.
Reflexión: Piensa en cómo el poder rejuvenecedor del recogimiento y el silencio pueden abrir tu mente y corazón a las susurrantes verdades del amor y propósito de Dios.
Estudiemos en detalle las siguientes 2 Concordancias Bíblicas para ampliar el concepto:
1RA DE REYES 19:12
Y tras el terremoto un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego; y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
ISAÍAS 30:15
En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Eco Espiritual:
En el silencio habita la voz más pura de Dios, la que no se impone, sino que acaricia el alma.
Como un susurro suave entre el ruido del mundo, Su presencia nos recuerda que la fortaleza nace en la quietud y la confianza.
Allí, lejos del estruendo, el corazón aprende a escuchar lo eterno y lo verdadero.
Es en ese recogimiento donde la luz divina penetra las sombras y el alma se rinde al propósito del Creador.
El silencio se convierte en altar, y cada instante callado en comunión viva con Aquel que todo lo llena.
Así, quien se detiene para escuchar a Dios descubre que en su susurro habita la eternidad.
Dios nos bendice hoy y siempre.
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