OPORTUNIDAD DE SANIDAD
- Alejandro Burrone
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura
OPORTUNIDAD DE SANIDAD
Bienvenidos al Devocional Despertando Con Dios del 29 de Agosto.
Tema: FE. Clave: QUEBRANTAR.
Mensaje del día: Nuestra vulnerabilidad y quebranto son oportunidades para experimentar la sanidad transformadora de Dios.
Basado en el versículo bíblico de SALMO 147:3 que dice: Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.
Enseñanza: En la superación del quebranto, descubrimos la fortaleza y esperanza en el abrazo curativo de Cristo.
Experiencia Bíblica: Job sufrió quebranto y pérdida extremas, pero su fidelidad en Dios trajo una restauración completa de su vida.
Vivencia reciente: Un hombre, tras experimentar una crisis personal, encuentra sanidad en el perdón y redención en Cristo, compartiendo su historia para inspirar a otros.
Oración: Señor, sana mis heridas y muéstrame cómo transformar mi quebranto en un testimonio de tu amor y poder sanador.
Acción: Acércate a Dios en tiempos de necesidad, permitiendo que su poder sanador te restaure a través de las pruebas, transformando el dolor en fuerza renovada.
Reflexión: Reflexiona sobre cómo cada acto de sanidad puede ser una luz para otros y un recordatorio de que no importa nuestro quebranto, Dios ofrece redención y renovación eternas.
Estudiemos en detalle las siguientes 2 Concordancias Bíblicas para ampliar el concepto:
JEREMÍAS 30:17
Restauraré la salud y sanaré tus heridas, dice Jehová.
ISAÍAS 53:5
Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Eco Espiritual:
En la fragilidad del corazón quebrantado se abre la puerta a la sanidad que sólo Dios puede dar. Allí, donde el dolor pesa y las fuerzas parecen faltar, Cristo se acerca con ternura para vendar heridas y devolver esperanza. Cada cicatriz, cuando es entregada a Él, se convierte en huella viva de su gracia transformadora. El quebranto deja de ser ruina para convertirse en cimiento de una fe renovada. Así, lo que ayer fue llanto, hoy puede brillar como testimonio de vida y restauración.
Dios nos bendice hoy y siempre.
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