RELACIÓN CON LA TIERRA

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RELACIÓN CON LA TIERRA

Bienvenidos al Devocional Despertando Con Dios del 23 de Octubre.

Tema: ORACIÓN. Clave: ECOLOGÍA.

Mensaje del día: Nuestra relación con la tierra refleja un entendimiento profundo de sanidad y cuidado mutuo en la creación de Dios.

Basado en el versículo bíblico de SALMO 65:9 que dice: Has hecho la tierra para que dé su fruto, y la llenaste de hermosura.

Enseñanza: Cuidar la tierra es sanar nuestras raíces y honrar el diseño intencional de Dios.

Experiencia Bíblica: En el huerto del Edén, Adán y Eva fueron encargados de cuidar cada parte de la creación, simbolizando la relación armónica entre humanidad y naturaleza inicialmente prevista por Dios.

Vivencia reciente: Después de años de trabajo en la ciudad, Raúl encontró nuevo propósito al retornar a su tierra natal, dedicándose a prácticas agrícolas sostenibles que renovaron tanto su entorno como su paz interior.

Oración: Señor, enséñame a valorar y cuidar la tierra como una extensión de tu creación hermosa, actuando con amor y gracia.

Acción: Participa en actividades que fomenten un cuidado responsable del medio ambiente, contribuyendo al bien común y preservación de nuestro hogar terrenal.

Reflexión: Sanar nuestra relación con la tierra nos llena de asombro mientras descubrimos el llamado de Dios a una simbiosis sostenida entre humanidad y creación, encontrando paz en cada interacción consciente.

Estudiemos en detalle las siguientes 2 Concordancias Bíblicas para ampliar el concepto:

GENESIS 9:3

Todo lo que se mueve y vive os será para mantenimiento: como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.

LEVÍTICO 25:23

Además, la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra es mía; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.

Eco Espiritual:

Nuestra relación con la Tierra es un espejo de nuestra sanidad y entendimiento profundo del designio de Dios. Él hizo la Tierra para que diera fruto y la llenó de hermosura intencional. Cuidarla, como fue encomendado a Adán en el Edén, es sanar nuestras propias raíces y honrar al Creador. Al practicar la ecología con amor y gracia, descubrimos una simbiosis vital y encontramos paz interior, cumpliendo nuestro llamado a la mayordomía de este hogar terrenal.

Dios nos bendice hoy y siempre.

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