SAGRADO Y PERFECTO

SAGRADO Y PERFECTO

Bienvenidos al Devocional Despertando Con Dios del 8 de Noviembre.

Tema: DISCIPLINA. Clave: DIVINIDAD.

Mensaje del día: La divinidad de Dios es sagrada y perfecta, guiando nuestra comprensión de la plenitud espiritual.

Basado en el versículo bíblico de SALMO 145:3 que dice: Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza; su grandeza es inescrutable.

Enseñanza: La perfección divina inspira adoración y deseo de vivir una vida que refleja su santidad y amor.

Experiencia Bíblica: En la visión de Isaías, se ve a Dios exaltado en su trono, rodeado de serafines proclamando su santidad, una escena que captura la pureza y perfecta divinidad del Señor.

Vivencia reciente: Lucía, al estudiar teología, se encontró asombrada por la profundidad y perfección de la naturaleza divina de Dios, lo que cambió su forma de adoración y fortaleció su devoción.

Oración: Dios perfecto, que mi vida refleje tu santidad y amor, aspirando siempre a tu perfección divina en todos mis caminos.

Acción: Sumérgete en la comprensión de la santidad de Dios, permitiendo que su perfección transforme todos los aspectos de tu vida.

Reflexión: Permitir que la perfección divina influya en nuestra vida diaria nos sorprende continuamente, elevándonos hacia un entendimiento y relación más profundos y significativos con el Creador.

Estudiemos en detalle las siguientes 2 Concordancias Bíblicas para ampliar el concepto:

HEBREOS 12:28

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud; y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.

1RA DE PEDRO 1:15-16

Sino, como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santo, porque yo soy santo.

Eco Espiritual:

La santidad y perfección de Dios nos invita a elevar nuestra vida espiritual hacia nuevos niveles de adoración y entrega. Al contemplar Su divinidad, nuestros corazones se llenan de asombro y reverencia, inspirándonos a reflejar Su amor y pureza en cada acción. Como Lucía, podemos profundizar en el conocimiento de Su grandeza, permitiendo que Su perfección transforme nuestra manera de vivir y nos acerque más a Su propósito eterno.

Dios nos bendice hoy y siempre.

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