Vive la Palabra

El amor es el mandamiento supremo que guía todas nuestras acciones y relaciones, reflejando a Dios en todo.

La esperanza basada en la fe nos guía como una luz en la oscuridad, proporcionándonos dirección y consuelo.

La luz de Cristo brilla en nosotros, guiando a otros al entendimiento del amor divino y la salvación eterna.

Los jardines son lugares de cultivo reflejo de nuestro crecimiento espiritual y de la belleza de la creación de Dios.

La indulgencia hacia uno mismo y los demás es crucial en la lucha por el perdón y la restauración espiritual.

La armadura de Dios nos equipa para enfrentar la lucha espiritual con fe y victoria en Cristo.

Invocar a Dios en los momentos de necesidad es un acto de fe que apela a su amor y poder inagotables.

Ser enviado por Dios es una honorosa responsabilidad que lleva consigo la misión de impactar a otros con Su amor y verdad.

Seguir el llamado al ministerio con vocación nos permite vivir una vida plenamente dedicada al servicio de Dios y su pueblo.

Liderar con fe implica influir positivamente en otros, guiando a través del ejemplo de amor y servicio.

Volar en libertad en el Espíritu nos permite vivir una vida guiada por gracia y poder divino.

La verdadera libertad en Cristo nos libera de ataduras y nos llama a vivir plenamente para Él.

La redención nos ofrece libertad del pecado y nos reconcilia con Dios a través del sacrificio de Cristo.

El mandato divino guía nuestras vidas, alineándonos con los preceptos perfectos de Dios.

Nuestro ministerio es un campo donde trabajamos la fe, sembrando semillas de amor y cosechando fruto divino.

La ley de Dios sirve como guía y fortaleza, ayudándonos a mantenernos firmes y fieles en nuestro andar diario.

La espera del Salvador nos impulsa a vivir con esperanza, expectantes del cumplimiento de la promesa divina.

Trabajar juntos hacia una misión divina fortalece la unidad y multiplica el impacto de nuestros esfuerzos.

Responder al llamado de Dios es una invocación a servir y vivir con propósito divino.

La interconexión en la vida nos muestra que nuestras acciones y sanidad personal afectan a toda la creación.